Salmorejo andaluz
El salmorejo es una crema de tomate fría y cremosa, originaria del sur de España. Es una simple sopa de verano de color anaranjado, hecha con tomates, pan, aceite, ajo y vinagre, muy similar al gazpacho, pero con una textura totalmente diferente. Luego se adorna con jamón serrano cortado en dados y huevos duros picados.
Aunque la receta apenas tenga 5 ingredientes, el resultado es espectacular, y querrás repetir una y otra vez. Además el salmorejo sirve tanto de plato principal, como de salsa, para acompañar a otras verduras crudas o fritas ¡una delicia!
Lo mejor de todo es su preparación. El salmorejo está elaborado con ingredientes totalmente crudos, lo que significa que no tienes que encender el fuego (solo para cocer los huevos), aunque hay un truco para preparar los tomates. Para obtener una crema realmente suave y cremosa, elimina las semillas y la pulpa acuosa.
Puede ser muy tentador saltarse este paso, pero no lo hagas. Realmente marca una gran diferencia, y es muy fácil.
Consejo: Si realmente no tienes tiempo para pelar los tomates o no tienes tomates de temporada cerca, puede utilizar tomates triturados en lata. No es lo mismo, pero el resultado es bastante bueno también.
Ingredientes que vas a necesitar:
- 1 kilo de tomates maduros
- 1 baguette (225 gramos), del día anterior
- 1 diente de ajo grande
- 250 ml de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de vinagre de vino
- 2 huevos
- 60 gramos de jamón serrano picado
- Sal, al gusto
Cómo hacer el salmorejo andaluz
Empezamos cociendo los huevos. Ponemos un cazo con agua a calentar a fuego alto, y cuando empiece a hervir (no antes) añadimos los huevos con cuidado de que el agua no salpique y nos quememos. Reducimos la temperatura y dejamos que cuezan a fuego medio-alto durante 12 minutos.
Pasado ese tiempo, los retiramos del fuego y los ponemos en agua helada para que se detenga el proceso de cocción. Esperamos a que enfríen completamente para pelarlos.
Para hacer el salmorejo, pelamos los tomates (escaldándolos en agua hirviendo durante 20 segundos) y les retiramos las semillas.
Retiramos la corteza más dura del pan, y lo cortamos en rebanadas que empaparemos ligeramente con agua para que se ablande. Escurrimos el exceso de agua y lo ponemos en el vaso de una batidora o procesador de alimentos.
Pelamos y picamos el ajo, poniéndolo también con el pan, y junto con el tomate. Vertemos el vinagre y trituramos todo hasta que esté suave. Lentamente vertemos el aceite de oliva, mientras seguimos triturándolo. Sazonamos con una cucharadita de sal.
Continuamos con el proceso hasta que el salmorejo esté suave. Si la mezcla queda demasiado espesa, vertemos un poco de agua fría para que se aligere. Una vez que está con la textura que nos gusta, lo probamos y rectificamos de sal si es necesario.
Después lo reservamos en el frigorífico para que enfríe, pero no mucho, con un par de horas es suficiente.
Cuando esté listo para servir, cortamos el jamón en trocitos pequeños, pelamos y picamos finamente el huevo cocido. Vertemos el salmorejo en 4 tazones, y colocamos un poco de jamón y de huevo cocido sobre cada uno.
Algunos consejos:
Recomiendo usar un buen aceite de oliva y un buen vinagre de vino. Marcará la diferencia. ¡Y por supuesto, unos buenos tomates!